pies embarrados
manos sucias
y pelo en la cara.
ni en mis nueve vidas te imaginé de tantas maneras...
cayendo paulatino sobre la multitud amarga
desde el décimo piso de un edificio sembrado.
>dejar de ver cómo se escapa el polvo tras la alfombra<
en una hora de silencio...
y otra hora en la atmósfera de la banda que debí conocer. antes de conocerte.
para separar melodías de ilusiones.
la maleta llena
la escalera antigua
el colchón raído
y la espalda eterna.
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